sábado, 16 de marzo de 2013

El Fanatismo Político desde el punto de vista Lógico

Esto siempre crea discusiones. La política es algo que no podemos evitar, esta siempre ahí, clavada el la espalda de cada una de las personas. Esto, al igual que la música, crea cualquier clase de peleas. Entre amigos, entre familiares y entre desconocidos. Si alguien no comparte su opinión, tienen que hacerlos cambiar, porque siempre están seguros de que tienen la razón. Todos hacen parecer su partido político el mejor del mundo, un Dios en la Tierra, la perfección siempre, por el estúpido fanatismo que se apodera de su lógica. Si somos objetivos por un momento, y señalamos tanto los Pros, como los Contras, verán que la mayoría de los Gobiernos tienen fallos inaceptables, pero, gracias al mencionado fanatismo, tienen la mente cerrada a esta realidad, y se concentran únicamente en una parte, sea Pro o Contra. ''El lo hizo más o menos bien, ¡Vamos a elegirlo de nuevo!'', que estupidez. Terminaré esa frase ''...¡Vamos a elegirlo de nuevo porque no queremos tomar el camino difícil y él hace una o dos cosas en todo el período gubernamental que nos pueden beneficiar, así que seamos conformistas y no aspiremos nunca a algo mejor!''. Esa es la realidad del Fanático político. Eso último y el comportamiento de estos hace que, sin excusa alguna, los adversarios políticos (y con esto me refiero, no sólo a los candidatos, sino a sus seguidores), tiendan a insultarme unos a otros, sin censura, sin lógica, como unos animales de pelea enfurecidos por la idea de que otro no piense igual. ¿Qué ejemplo da esa sociedad tan estúpida? Me parece absurdo idolatrar a una persona que no se lo merece. Decir que es inmortal y toda esa charlatanería. El que hizo bien las cosas no hay que reconocerlo, ese es su trabajo y ya. Dejaré en claro algo importante: Una persona cualquiera no puede manejar un país, un curso no es igual que una carrera, alguien preparado por una Universidad tiene un nivel superior a otro que hizo solamente cursos, un obrero no puede manejar un país. Por muy racista que suene es la cruda verdad. Y para aclararlo: Un ingeniero no tiene los conocimientos para manejar un país, un comunicador social tampoco, un físico tampoco, un licenciado en Letras tampoco. Si cualquiera gobernase ¿dónde estaríamos? No sean fanáticos y abran los ojos, esta es la realidad.

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