
Todos tenemos ese día en muestra semana en el que nuestras madres se acercan y, cuando dices que estas aburrido, te invitan a limpiar con ellas; en ese momento desearías que Legolas te confundiera con un Orco. Ellas creen que de verdad consideramos limpiar, cuando en realidad pensamos en formas de rechazar la oferta; al final siempre objetan nuestras excusas y terminamos limpiando. No hay actividad más fastidiosa que otra, todas son aburridas y fastidiosas. Para un adolescente, arreglar su habitación es como anime 3D, simplemente imposible. El problema al arreglar tu habitación es lo que tardas en solamente arreglar tu cama, por la lentitud y el aburrimiento que te consume. La única forma en la que es posible decir que limpiar es divertido sería con escobas y esponjas encantados bailando y cantando, como en La Bella y la Bestia, pero esto es, lastimosamente, imposible. Hay cosas que, de vez en cuando, estamos dispuestos a hacer, como bañar al perro o... alguna otra cosa, pues cambia con la persona. Algo que definitivamente parece las Minas de Moria es arreglar la ropa. ¿Para qué arreglarla cuando vas a usarla después? las madres y los padres necesitan que todo esté completamente ordenado, hasta nuestras habitaciones. Una cosa que no soporto es cuando entra a mi habitación y la ordena, ¡luego no encuentro nada!, guardan todo en una gaveta, es increíble, necesito un Accio para encontrar lo que busco, como Harry con el bolso de Hermione en las películas. Pero tengo que admitir que es más fácil decirle que no encuentro lo que busco para que lo busque ella...
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